miércoles, 30 de junio de 2010

Me da vergüenza decir que soy costarricense


Me da vergüenza decir que soy costarricense cuando hay personas que se quejan porque no pueden vivir con dos millones de colones mensuales, y por eso, sin esfuerzo y con pocos días de trabajo piden un aumento salarial de 1.8 millones de colones. Mientras que otras personas apenas y sobreviven con el salario mínimo.

Me da vergüenza decir que soy costarricense cuando veo a estudiantes escolares, colegiales y universitarios asistir a duras penas a clases, tal vez sin haber comido y sin los útiles debidos, y que no se les apoye como se debe. Mientras que otros estudiantes que no lo necesitan, utilizan lo que les dan de beca para pagar sus celulares, ir al cine, y otros lujos. El derecho a la educación se ve cada vez mas opacado por el egoísmo.


Me da vergüenza decir que soy costarricense cuando nos jactamos de ser “un vergel bello de aromas y flores” y al mismo tiempo y sin escrúpulos nuestra naturaleza es violada y asesinada.


Me da vergüenza decir que soy costarricense cuando me representa un gobierno cuya ideología principal es dejar que los pobres sigan pobres y que los ricos sean más ricos. Me da vergüenza decir que soy costarricense cuando me representa una marioneta. Me da vergüenza decir que soy costarricense cuando los que me representan son personas cegadas por el poder y el dinero.


Por esto y muchas cosas me da vergüenza decir que soy costarricense.


Mi opinión sobre el referéndum de los matrimonios homosexuales


Se que mucha gente está en contra de los matrimonios entre homosexuales. En lo personal no estoy ni en contra ni a favor. La homosexualidad es para muchos un tema tabú, pero no apoyo, para nada, el proyecto del referéndum para decidir si se aprueba o no los matrimonios entre personas del mismo sexo. Me parece que esta es una decisión que debe ser tomada por las personas involucradas y no por otras personas que no se ven afectadas de ninguna manera con este tema pero que votarían en contra solo por hacer la maldad. Muchos otros votarían en contra, guiados y cegados por el fanatismo religioso.


Pero si nos ponemos a pensar ¿en qué nos afecta esto? Yo diría guiándome por mi opinión que no nos afecta en absolutamente nada. Entonces ¿Por qué tanto racismo? ¿Porqué hacer imposible la felicidad de dos personas que se quieren?

¿Qué opinan ustedes? ¿Están en contra o a favor?


martes, 29 de junio de 2010

Final de semestre en la UCR

El final del semestre. El terror de todos. Ese tema que no queremos enfrentar pero ya no podemos hacer nada. El final del semestre esta aquí.


¿Por qué nos aterra tanto? ¿Será porque tenemos que entregar todas las tareas y trabajos acumulados que no pudimos hacer durante el semestre?

Se acercan los exámenes finales; el esfuerzo y la vagancia se verán recompensados con un curso aprobado o con la temida ampliación. En las dos últimas semanas del semestre no existimos, somos fantasmas. Nuestro mundo es un cuarto desordenado y adornado con una bella alfombra de libros y hojas que no nos interesaron al principio pero que ahora nos pueden salvar la vida.


Caminamos desesperados y al borde de la locura por los pasillos de las facultades; recordando lo que tenemos que decir en una de tantas exposiciones; recordamos algo llamado horas de oficina (o algo así) que dan los profesores, preparamos una infinidad de preguntas de toda clase de temas y los bombardeamos con ellas; intentamos hacer en dos semanas lo que no hicimos en todo el semestre porque aun tenemos esperanza y esperamos un milagro (una guerra nuclear o algo por el estilo) que nos de mas tiempo.


Salimos agotados de cada examen pero con un peso menos de encima y no falta quien diga “prometo que para el otro año si me pongo las pilas”. No aprendemos y olvidamos todo este sufrimiento. Pero sin todo ese estrés no podríamos vivir ya es parte esencial de la mayoría de los estudiantes de la UCR.


Yo no soy la excepción, pero prometo que para el otro semestre si estudio para los quices y exámenes y me pongo las pilas para hacer todos los trabajos a tiempo. ¡Si claro! Esta es mi promesa de final de semestre ¿Cuál es la suya?


domingo, 27 de junio de 2010

Odio la Navidad


Mucha gente me ha llamado Grinch porque odio la navidad. La razón principal por la que odio esta fecha es porque es la celebración más comercial de todas. Todos dicen que es tiempo de unión y de compartir con la familia pero ¿Por qué? ¿Por qué una fecha en específico? Si disfrutar al lado de nuestros seres queridos lo podemos hacer siempre. Para mi esta es una fecha en la que lo importante son los regalos que se reciben y cuan grandes o costosos son, me encanta ver a la gente estresada y como loca en San José buscando regalos para todo el mundo, gastando la plata en cosas que a la mayoría no le van a gustar.


Otra razón, de porque odio la navidad, es porque en esta fecha todo el mundo recuerda que hay niños en las calles, niños que no tienen que comer, niños que tienen sueños y niños discapacitados. Todos ellos pasan desapercibidos once meces del año, pero en diciembre reciben un trato especial impulsado por la hipocresía; en diciembre ellos existen. En diciembre ocurren milagros, de repente hay comida para los necesitados, hay brazos abiertos para los desamparados, pero ¿qué ocurre el resto del año? Ellos desaparecen, son solo una parte de todos que nadie quiere admitir


Es por eso que la navidad me parece tan comercial e hipócrita. Porque no aprendemos que nuestra familia esta siempre con nosotros y no necesitamos una fecha especial para pasar un tiempo con ellos o para darles algo; porque queremos no porque debemos. Además, porque no aprendemos que las personas necesitadas comen, se visten y sueñan todos los días no solamente un mes al año.

jueves, 24 de junio de 2010

Vivamos felices porque podemos


¿Por qué nos quejamos tanto de la vida, del dolor?

Estamos vivos, lo tenemos todo. Despertamos todos los días, respiramos, nos estiramos y vivimos en un palacio que llamamos hogar. Tenemos la oportunidad de estudiar y expresarnos. Pero nos quejamos porque no tenemos el celular más caro, porque no tenemos el suficiente dinero para salir a divertirnos y comprar lo que queremos. No cuesta tanto darnos cuenta que hay personas que viven en la calle y no tienen nada que comer. No cuesta tanto darnos cuenta que hay personas en los hospitales que no tienen la esperanza de despertar y ver un día más. Que hay niños que no pueden estudiar porque sus familias dependen económicamente de ellos; pero siguen y enfrentan todo con una sonrisa a pesar de los golpes que reciben, siempre uno después del otro.


¿Qué es lo que necesitamos para recapacitar? ¿Un golpe que nos duela para darnos cuenta de que en la vida hay algo más que lo material? ¿Necesitamos sentir el verdadero dolor para desear vivir? Para muchos nuestra vida es perfecta porque tenemos mas cosas materiales que muchos otros, pero ¿lo es para nosotros?

martes, 22 de junio de 2010

Aprendamos a ser individuos





Hace poco estaba observando a los muchachos y muchachas de colegio y recordé que en la adolescencia todos luchamos por un espacio, por encajar en un grupo, porque se nos llame metal, punk, skate, emo, entre otros. Pude ver como cambian su apariencia, gustos, vocabulario, todo para cumplir con los requisitos e incluso me llamó la atención que pueden llegar a sentir desprecio por otros grupos. No se si esto es necesario para el crecimiento de cada uno. En mi opinión, ya tenemos muchas etiquetas, ya sea de nacionalidad, religión, preferencia sexual, apariencia física, nivel social entre muchas otras que nos separan cada vez más.

Si pudiéramos enseñarles a estos muchachos y muchachas lo que muchos apenas estamos comprendiendo. Que vale más lo que pensemos de nosotros mismos, a lo que digan los demás. Que es más importante el valor que nos demos como individuos, que encerrarnos en un grupo que nos va a privar de disfrutar diferentes puntos de vista, costumbres y de tantas cosas que nos rodean y que nos empeñamos en no ver. Esta es una de mis metas: compartir mí tiempo con personas distintas a mí, salirme de lo cotidiano, expresarme y dejar que otros se expresen y entenderlos. Aprender a ser un individuo.

miércoles, 12 de mayo de 2010

¿Y ahora que hago



Un problema que nos ha afectado a muchos es, terminar el colegio y tener que pensar en el futuro. Elegir una carrera, que posteriormente se convertirá en nuestro medio de subsistencia, pero ¿Cómo y cual elegir? Hay tantas opciones, tantos caminos.


En lo personal desde pequeña escogí una carrera, enseñanza preescolar, y siempre soñé con ser una maestra de kinder, ese era mi futuro perfecto, hasta que aquella visión se desvaneció, y quede a la deriva en un mundo que nos presiona para que a cierta edad nuestra vida sea aceptable para la sociedad. En ese momento empezaron problemas y el ataque de preguntas no dudo en aparecer: ¿Qué estudio ahora?, ¿Será que no sirvo para nada?, ¿Qué va a ser de mi sin un oficio o carrera? Y eso en el mejor de los casos, porque nunca faltan los amigos y familiares que se “preocupan por nosotros” con preguntas como: ¿Y usted que piensa hacer?, ¿se va a quedar toda la vida viendo para el ciprés? Y con sus sabios consejos: “estudie administración o algo que le deje plata” o “no importa que no le guste, lo más importante es la plata”.


Es obvio que nuestra confusión crece cada vez más, y no podemos decidirnos, por eso debemos hacerle frente y evitar que nos consuma. Un consejo que decidí tomar fue, estudiar a fondo cada carrera, plantarme mis intereses y aplicarlos a los diferentes campos que me llaman la atención. Guiarme por lo que me gusta y agrada, no por la importancia económica o social. No descartar nada sin antes saber de que se trata e intentarlo y nunca darse por vencido.


Todavía sigo en la lucha y en la búsqueda. Cada día aceptando nuevos consejos, y encontrando cada vez nuevos caminos. Así que si alguien quiere ayudar, sus propuestas serán bienvenidas.